Uno de los diseños más llamativos en la saga de Star Wars es el de los IG-100 MagnaGuard, los letales guardaespaldas del General Grievous que debutaron en «La venganza de los Sith». Lo curioso de su origen es que no estaban planeados originalmente como droides de combate.
Durante el proceso de diseño de Grievous, George Lucas pidió un «general droide» que fuera icónico y aterrador. Entre las ilustraciones propuestas, hubo una que no fue elegida para el personaje principal, pero impresionó tanto a Lucas que decidió reutilizarla para crear a los MagnaGuard.

Estos droides fueron diseñados con una estructura estilizada y una capacidad de combate excepcional, destacando por su resistencia, su agilidad y el uso de electrobarras capaces de enfrentarse a sables de luz. Además, su programación avanzada les permitía continuar luchando incluso si perdían la cabeza, lo que los convertía en enemigos temibles para los Jedi.
Desde su aparición en «La venganza de los Sith», los IG-100 MagnaGuardse han convertido en un elemento icónico dentro del universo de Star Wars, apareciendo en videojuegos, cómics y otras producciones de la saga.